Publicidad engañosa: sus características, impacto y regulaciones

La publicidad engañosa es una práctica que distorsiona la realidad de un producto o servicio con el objetivo de influir en las decisiones de los consumidores. En este artículo, analizaremos sus características, sus principales formas, algunos casos representativos y el marco legal que regula su uso.

Como evitar la publicidad engañosa

Características de la publicidad engañosa

La publicidad engañosa se define por la inclusión de información inexacta, ambigua o exagerada que puede inducir a error a los consumidores. Su objetivo es influir en la decisión de compra a través de estrategias que ocultan o manipulan ciertos aspectos de un producto o servicio.

Algunas de sus principales características son:

  • Falsedad o distorsión de la información: Presenta afirmaciones incorrectas o imprecisas sobre el producto, sus beneficios o su funcionamiento.
  • Omisión de datos relevantes: Excluye información esencial que podría influir en la decisión de compra, como costos adicionales o condiciones de uso.
  • Exageración de beneficios: Atribuye cualidades que no han sido verificadas o que no corresponden con la realidad del producto o servicio.
  • Comparaciones engañosas: Establece relaciones con otros productos del mercado de manera inexacta o sesgada.
  • Uso indebido de términos legales o científicos: Emplea lenguaje técnico o certificaciones sin respaldo para generar confianza en el consumidor.
  • Manipulación visual o gráfica: Utiliza imágenes retocadas o efectos que presentan una apariencia diferente a la real.

Diferencia entre publicidad engañosa y publicidad ilícita

Aunque suelen confundirse, la publicidad engañosa y la publicidad ilícita no son exactamente lo mismo. Toda publicidad engañosa es ilícita, pero no toda publicidad ilícita es necesariamente engañosa.

La publicidad engañosa se centra en la distorsión de la información para inducir a error al consumidor, ya sea mediante datos falsos, omisiones relevantes o exageraciones. Su objetivo es influir en la decisión de compra, aun cuando el producto o servicio pueda existir legítimamente en el mercado.

Por otro lado, la publicidad ilícita abarca un espectro más amplio de prácticas que vulneran la normativa legal. No solo incluye la publicidad engañosa, sino también aquella que infringe principios éticos, incita a la discriminación o promueve actividades prohibidas.

Los usuarios no quieren publicidad engañosa

Tipos de publicidad engañosa

La publicidad engañosa puede presentarse de distintas formas, dependiendo de cómo se manipula la información y el impacto que genera en los consumidores. Algunas estrategias se basan en exageraciones, mientras que otras ocultan detalles clave o utilizan comparaciones imprecisas.

Los 6 tipos principales de publicidad engañosa se encuentran:

  • Publicidad falsa: Contiene afirmaciones directamente incorrectas sobre un producto o servicio, como beneficios inexistentes o certificaciones que no posee.
  • Publicidad por omisión: Excluye información relevante que podría afectar la decisión del consumidor, como costos adicionales, restricciones de uso o efectos secundarios.
  • Publicidad exagerada: Atribuye propiedades o resultados poco realistas que no pueden ser comprobados, generando expectativas irreales.
  • Publicidad encubierta: Presenta contenido publicitario disfrazado de información neutral, como reseñas falsas o testimonios pagados sin aviso explícito.
  • Publicidad comparativa engañosa: Establece comparaciones con otros productos de forma sesgada, utilizando datos imprecisos o manipulados para destacar supuestas ventajas.
  • Publicidad basada en pruebas falsas o no verificadas: Hace uso de estudios, estadísticas o avales científicos sin base real para dar mayor credibilidad a sus afirmaciones.

Impacto de la publicidad engañosa en consumidores y empresas

La publicidad engañosa no solo afecta a quienes adquieren productos bajo información errónea. Mientras que los consumidores pueden verse perjudicados económicamente o en su confianza hacia las marcas, las empresas pueden enfrentar sanciones legales y daños en su reputación.

Algunas de las principales consecuencias de la publicidad engañosa son:

  • Pérdida de confianza del consumidor: La exposición a información falsa o engañosa puede generar desconfianza en las marcas y afectar futuras decisiones de compra.
  • Daños económicos para los consumidores: La compra de productos que no cumplen con lo prometido puede suponer un gasto innecesario o incluso riesgos para la salud y seguridad.
  • Desventaja competitiva para empresas legítimas: Las compañías que siguen prácticas éticas pueden verse afectadas por la competencia desleal de aquellas que emplean publicidad engañosa.
  • Sanciones legales y regulatorias: Dependiendo de la legislación vigente, las empresas responsables pueden enfrentar multas, demandas o la prohibición de comercializar ciertos productos.
  • Impacto en la imagen de marca: Una empresa que recurre a prácticas engañosas puede sufrir una crisis de reputación que afecte su credibilidad y su relación con los clientes.

Peligros de la publicidad engañosa

Ejemplos de publicidad engañosa

A lo largo del tiempo, numerosas marcas han recurrido a estrategias publicitarias que inducen a error, ya sea exagerando los beneficios de sus productos o presentando información de forma ambigua.

Algunos ejemplos comunes de publicidad engañosa incluyen:

  • Alimentos con propiedades exageradas: Productos que se promocionan como “100 % naturales” o con beneficios para la salud sin evidencia científica que lo respalde, induciendo a error sobre su verdadero impacto en la alimentación.
  • Ofertas y descuentos confusos: Promociones que anuncian precios reducidos pero que, en la práctica, incluyen costos ocultos, aumentos previos al descuento o condiciones que limitan su acceso.
  • Productos cosméticos con resultados irreales: Anuncios que muestran imágenes retocadas digitalmente para sugerir efectos inmediatos o mejoras drásticas que no pueden lograrse con el uso del producto.
  • Etiquetas engañosas en productos “light” o “sin azúcar”: Uso de términos que sugieren beneficios nutricionales sin aclarar que pueden contener otros ingredientes poco saludables, como edulcorantes artificiales o grasas ocultas.
  • Publicidad de servicios financieros poco transparentes: Préstamos y tarjetas de crédito que omiten información clave sobre tasas de interés, comisiones o cláusulas que pueden generar costos inesperados.
  • Casos de fast food: Imágenes de hamburguesas o pizzas que en la publicidad se ven grandes y con ingredientes frescos, pero que en la realidad son más pequeñas y menos atractivas.
  • Aplicaciones y suscripciones: Servicios que se anuncian como gratuitos pero que luego incluyen cobros ocultos o renovaciones automáticas sin aviso claro.

Regulaciones de la publicidad engañosa en España y Europa

Tanto en España como en la Unión Europea, existen normativas para evitar que la publicidad engañosa distorsione la competencia y afecte a los consumidores. Estas regulaciones prohíben la difusión de información falsa o confusa y establecen sanciones para quienes las incumplan.

En España, la Ley General de Publicidad y la Ley de Competencia Desleal regulan estas prácticas, mientras que la CNMC supervisa su cumplimiento y aplica sanciones.

En la Unión Europea, directivas como la de Prácticas Comerciales Desleales y la de Publicidad Engañosa buscan garantizar campañas publicitarias transparentes en todos los países miembros.

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